Gantry 5

 

Desde que EE.UU. allanó el camino para la anexión por parte del Estado de Israel de gran parte de Cisjordania y aprobó la colonización en curso del territorio palestino, con el silencio cómplice de todas las potencias imperialistas de la Unión De Europa,

Rusia y de China, los medios imperialistas desarrollan la idea de que la causa palestina está definitivamente enterrada. La mayoría de los estados árabes, este ya fue el caso de Egipto y Jordania, recientemente ha sido el caso de los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, mañana será el caso de Sudán y Arabia Saudita miran hacia Israel para sellar, si no una alianza, al menos un reconocimiento mutuo, abandonando de facto al pueblo palestino para ser una entidad con derechos limitados dentro de un estado sionista que se define a sí mismo como el del "pueblo judío ".

Todas las alianzas y desalianzas que se forman y deshacen en la región entre las potencias imperialistas, incluida Francia, y las potencias regionales: Turquía, Arabia Saudita, Israel, Irán sólo pueden leerse como las de la constitución de bloques imperialistas opuestos mas o menos homogéneos que anteponen sus intereses, y los de sus monopolios, a cualquier otra consideración. Francia, que jugó un papel menor en las guerras imperialistas contra Siria e Irak y fue el iniciador de la guerra contra Libia, de la que ahora está relativamente ausente, está buscando una manera de reintroducirse en el proceso de compartir influencia en la región. La situación en el Líbano le dio la oportunidad y Macron la aprovechó. Contrariamente a lo que afirma la diplomacia francesa, que quiere hacernos creer en la ayuda desinteresada, se trata de mantener fuera del agua un sistema político cuya corrupción es evidente pero que tiene el mérito de poder ser influenciado y por tanto constituye un peón importante en el sistema general de fuerzas imperialistas. Sin embargo, a pesar de la enorme presión ejercida sobre los pueblos, estos no han tenido su última palabra. En Palestina, la lucha contra la ocupación continúa, podría dar un nuevo giro en su contenido cuando se aleja la posibilidad de una constitución del estado palestino. En Israel, las fuerzas, aunque aún débiles, se oponen a la colonización y se dan cuenta de que el estado de dominio colonial no es eterno. En el Líbano, se llevaron a cabo poderosas manifestaciones contra la miseria, la corrupción, rechazando el sistema de reparto del poder por parte de la burguesía sobre una base denominacional.

Los comunistas de Palestina y el Líbano participan en estas luchas. Necesitan nuestra solidaridad y es de ellos, pero la forma más eficaz de ayudar a los pueblos a emanciparse del yugo colonial e imperialista, para poder decidir soberanamente de su destino, es denunciar y combatir nuestro propio imperialismo. .